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En agosto de 1519, casi tres décadas después de que Colón llegara a América, Pedro Arias Dávila fundó la ciudad de Panamá. La cual se convirtió en la primera ciudad española en las costas del Pacífico y, además, en la capital de Castilla del Oro.

Durante décadas, la ciudad fue un punto político clave para la corona española y sus conquistas en el resto del continente. Sin embargo, todo cambió drásticamente en 1671, cuando el pirata inglés Henry Morgan llegó acompañado de más de 400 hombres para saquear y destruir la ciudad. 

Según relata el médico de la tripulación, Alexandre O. Exquemelin, Morgan no se conformó con devastar todo a su paso y ordenó a sus hombres que incendiaran la ciudad. Aunque también existe la teoría de que fue el alcalde quien dio esa orden, un rumor que, según Exquemelin, habría sido difundido por el propio Morgan.

La destrucción casi total de la ciudad llevó a las autoridades a decidir trasladarla a un nuevo emplazamiento, más seguro frente a futuros ataques. Así, con la ayuda de mulas y otros animales de carga, la ciudad fue trasladada más de 10 kilómetros, hasta el lugar que hoy conocemos como el Casco Antiguo de Panamá.

El ascenso y descenso de Casco Antiguo

El Casco Antiguo se transformó rápidamente en el centro de la vida panameña. Gracias a su ubicación privilegiada en una península y al muro que la protegía durante la noche, las familias de la alta sociedad vivieron en la zona con relativa tranquilidad. No obstante, en la década de 1930, el Casco comenzó a declinar, siguiendo una tendencia generalizada en muchas ciudades latinoamericanas. La población adinerada que mantenía vivo el distrito histórico empezó a mudarse a los suburbios, lo que provocó un deterioro progresivo de la zona.

Con el paso de los años, y ante el evidente deterioro del distrito histórico, en la década de 1990 las autoridades panameñas tomaron medidas para revitalizar la zona. Implementaron incentivos y aprovecharon la designación de la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Estas acciones marcaron un punto de inflexión y lograron un cambio significativo en la zona.

Casco Antiguo: El Corazón Turístico de Panamá

En la actualidad, el Casco Antiguo se ha consolidado como una de las principales atracciones turísticas de la Ciudad de Panamá y una de las áreas más codiciadas para la inversión inmobiliaria. Reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, sus calles adoquinadas, arquitectura colonial y plazas vibrantes ofrecen una mezcla única de encanto histórico y comodidades modernas.

La riqueza cultural del distrito, con galerías de arte, museos, teatros y una dinámica escena gastronómica que incluye restaurantes y cafeterías de clase mundial, lo convierten en un lugar único tanto para sus residentes como para los visitantes.

Para nómadas digitales, inversores y compradores, el Casco Antiguo representa una gema incomparable en el mercado inmobiliario, con edificios históricos bellamente restaurados que ahora albergan residencias modernas y espacios comerciales. Esta combinación de tradición e innovación ha incrementado la demanda de propiedades en la zona, impulsada por su atractivo para quienes buscan un estilo de vida en espacios únicos, caminables e históricos, a solo minutos de la modernidad de la Ciudad de Panamá.

Además, el compromiso del gobierno panameño con la restauración del Casco Antiguo a través de incentivos, como exenciones fiscales para proyectos de preservación y renovación, aumenta aún más su atractivo como destino de inversión.

Ya sea que busques un hogar encantador, una inversión rentable o un cambio de estilo de vida, este distrito ofrece oportunidades incomparables. Su ubicación estratégica combina cultura, gastronomía y conveniencia, creando una comunidad próspera donde tradición e innovación coexisten en armonía.

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