Panamá, Casco Viejo, Casco Antiguo
El primer año que comencé a escribir este blog (comencé en el 2008!) me di cuenta por casualidad de que podía crecer mi propia comida desde mi balcón. Me había propuesto compostar, y en lo que menos pensé, terminé con un montón de plantas de tomates y quién sabe qué más que no reconocí. Como cualquier madre primeriza, le tomé foto a cada cosa, cada flor, cada tomate… y todo subió al blog! Desde entonces, nos hemos mudado varias veces (siempre dentro del Casco), y he experimentado los diferentes balcones, con sus diferencias de luces, sombras y temperaturas. Hoy día, desde casa, tengo todo el ramillete de opciones, incluyendo una terraza en techo que es como un animal aparte.
Luego de varias victorias y derrotas, puedo mostrarles con mucho orgullo mis «bebés»!
Pero primero, si vienes de un país frío con cuatro estaciones, importante que sepas: la luz en Panamá es mucho más dura, más caliente. Cuando en los libros de texto te dicen que algo necesita mucho sol, ve con cuidado. Te tomará tiempo adaptar lo que sabes a este terruño. Los balcones, he encontrado, son lo mejor. Especialmente si no tienes luz todo el día, sino en la mañana. Así que aquí va! como decimos en Panamá: poco a poco.