El Casco Antiguo es la ciudad colonial de Panamá. Fundada en 1673 después que el asentamiento original del Pacífico (Panamá La Vieja) fuera saqueado por el pirata Henry Morgan. Se mantuvo como el centro de la vida panameña por casi 300 años, hasta que en 1930, cuando el Casco Antiguo comienza a declinar en una tendencia más bien regional que incluye a varios barrios viejos de Latinoamérica en donde su población adinerada comienza a mudarse a los suburbios.
Las razones de ese éxodo fueron típicamente atribuidas al surgimiento del automóvil, el cual hizo más fácil la vida en los suburbios y más difícil la vida en el centro de la ciudad. En el caso del Casco Viejo, éstas presiones fueron exacerbadas por el hecho de que los límites de la Zona del Canal de Panamá – de la cual los panameños estaban excluidos – se diseñaron de manera tal que aislaron al Casco del resto de la ciudad, dejando sólo una delgada calle de acceso para entrar y salir.
La entrega del Canal de Panamá en 1999 y la designación de la UNESCO como Sitio de Patrimonio de la Humanidad en 1998 marcaron el inicio de una era de revitalización por parte del gobierno, empresarios y organizaciones internacionales.
Por qué UNESCO Pensó que el Casco era Especial
Durante sus 300 años como el corazón de la vida panameña, esta península desarrolló un legado único de arquitecturas españolas, francesas, colonial americana, neoclásica y art nouveau. Ciertos estilos, particularmente entre los siglos 16 al 18 crearon casas con patios internos, los cuales son específicos de la región. Así que, a pesar de que la gente se refiera al Casco Viejo como una “ciudad colonial”, en realidad su arquitectura actual está dominada por estilos Franceses y Republicanos, lo cual UNESCO señala como uno de los puntos dentro de su justificación para la designación como Patrimonio de la Humanidad ya que “presta una cualidad especial de las que otras ciudades coloniales de América Latina carecen (con excepción de Nueva Orleans, en donde la calidad de arquitectura es marcadamente inferior).”
UNESCO hizo una conexión clara entre esta colección ecléctica de arquitecturas y estilos con el rol histórico de Panamá como punto de encuentro, con cada estilo representando un boom en el comercio interoceánico a través del Istmo. Esta colección de arquitecturas y la gente que la habitó son un claro reflejo del fascinante caleidoscopio cultural de Panamá y su importante rol en nuestra herencia en común.
Qué ha ocurrido y qué está ocurriendo
A pesar de que se ha hecho mucho, queda aún bastante para hacer. Tanto el sector público como el privado han restaurado edificios que hoy día contienen ministerios gubernamentales, museos, el Palacio Presidencial, embajadas e iglesias, al mismo tiempo que algunos de los mejores hogares, bares y restaurantes de la Ciudad de Panamá.