Panamá Casco Viejo
Ayer fue la fiesta de navidad de Idalibeth y Doña Mary en el Casco. Cada año, ellas organizan una fiesta para los niños del barrio, un evento que ha crecido del patio prestado de alguien a la Plaza Centenario. Al menos cien niños asisten, todos ellos se conocen de la escuela, o de la calle o de programas sociales como Enlaces o Aprojusan. Tienen tres común denominadores: son del barrio, son niños y sus padres pertenecen, son, fueron o viven cerca de pandillas.
Esta fiesta significa mucho para Idalibeth y eventualmente significará mucho para éstos niños. La idea detrás de la fiesta, su razón de ser, fue que Idalibeth – ex esposa de un jefe de pandilla – entendió luego de pasar por programas sociales, que los niños no podían ni debían ser criados con los resentimientos de los padres. Esto debía detenerse. Una calle no podía estar eternamente en pugna con otra. Y que la manera de lograrlo era integrándolos unos a otros, dándoles plataformas para compartir, crecer juntos y conocerse.
Esta historia de éxito del Casco Viejo no es conocida por muchos. Hace años, miembros de pandillas no podían cruzar de una calle a la otra. Luego de asistir al programa social Por Una Esperanza en el 2006, dichas pandillas se desmantelaron utilizando el arma más poderosa en existencia: la educación. Ahora, en esta etapa, algunos de sus ex miembros como Idalibeth están tomando pasos concretos para evitar regresar al pasado, enseñándoles a sus hijos cómo compartir.
Esta fiesta es el resultado del involucramiento de un montón de gente. Este año, se unió el equipo de natación coordinada. Gracias a Fanny! y gracias a Doña Mary y a Idalibeth por tener la visión, tomar estos pasos y darles continuidad año tras año.
Este es el mejor regalo de navidad!