Panamá, Casco Viejo, Casco Antiguo
Este mes, America´s Quarterly publicó el artículo: «Preparation is Key: Lessons from Panama´s Pandemic Response». Es un artículo muy completo, que cubre múltiples ángulos, desde lo político a lo científico y social. Como panameña, mi sentimiento inicial al leerlo fue realmente una mezcla. Orgullo, de seguro, pero también un poco de verguenza por sentir que había tomado ciertas cosas importantísimas por sentado. Pero si este momento histórico nos está dando algo al planeta entero, es una oportunidad de re descubrir tus fortalezas y re pensar lo que es verdaderamente importante.
Aquí van las cuatro cosas que siento el artículo destaca y que son las fortalezas escondidas que nadie conocía de Panamá (y que incluso los propios panameños muchas veces olvidamos):
1. Nuestro Pasado Científico: aceptémoslo, cuando decimos «Panamá» muchas cosas vienen a la mente pero ninguna de ellas relacionada con la ciencia. Y sin embargo esta historia nos ha dado instituciones y organizaciones científicas muy fuertes como lo son el Instituto Gorgas y el Smithsonian Tropical Research Institute (STRI). Nuestras escuelas de medicina siempre han sido fuertes y muchos de nuestros médicos han entrenado en Estados Unidos o en otras partes del mundo. Nuestro Seguro Social no es perfecto, pero tiene raíces profundas y llega a muchos, especialmente los más necesitados. También, y debido a nuestra biodiversidad y la riqueza de la data recopilada (piensen que tenemos información de todo tipo, desde cómo crece el bosque hasta enfermedades tropicales, mucha de ella desde hace casi 100 años), Panamá es un destino buscado por biólogos y otras disciplinas para trabajar, estudiar e interactuar con otros equipos multidisciplinarios. Tener acceso a diferentes microclimas, al Caribe y al Pacífico en cuestión de horas, y laboratorios en diferentes partes del país es simplemente un lujo. Sin mencionar que Panamá es donde se unieron continentes y se separaron océanos, biológicamente es único. Cómo sé todo esto? porque trabajé en STRI y durante mi tiempo ahí aprendí y conocí personas fascinantes de Panamá y el mundo. Antes de STRI estuve en una organización ambientalista y previo a esto en la Secretaría Nacional de Ciencia y Tecnología, SENACYT. Estoy extremadamente orgullosa del trabajo que están haciendo todos los doctores e investigadores. Son verdaderos héroes!
2. Nuestro Hub Humanitario Existente: precisamente porque Panamá es un hub natural para los negocios, los viajes y las multinacionales, el país a través de los años desarrolló un centro logístico humanitario debido a la presencia de organizationes internacionales como las Naciones Unidas, el Banco de Alimentos, entre otros. Esto no es nada nuevo, pero algo que pienso es una de las fortalezas que menos visibilidad tiene. Tanto a lo externo como a lo interno. Lo cual es irónico, porque nuestro propio escudo de armas como país fue diseñado para destacar la paz, el progreso, la unión y el estar al servicio del mundo. Literalmente lee: Pro Mundi Beneficio. Esto es algo que el mundo no sabe, pero encuentro que es una constante fuente de inspiración por lo profundamente panameño que es. Uno de los aspectos de cómo se demuestra, es la siguiente fortaleza:
3. Nuestra Capacidad Natural para la Solidaridad: cuando pelas la cebolla de muchísimas (y muy diferentes/mezcladas) capas que conforman el DNA panameño, al centro te encuentras con un puñado de hilos básicos, especialmente el deseo de paz y de ayudar. He visto esto ocurrir tantas veces, nuestro primer instinto es siempre mediar y ayudar. Desde lo trivial a lo importante. Desde la persona que necesitaba una dirección hasta comunidades inmediatamente conectándose entre familias y amigos para compartir recursos durante la Invasión de 1989. Cuando el coronavirus golpeó, el concepto de solidaridad nos unió rápidamente. Y asímismo activó la siguiente fortaleza escondida:
4. La Fuerza de Ser Pequeños: en Panamá bromeamos de que todos estamos emparentados con todos y que eso de los 6 grados de separación aquí son como 2… o menos. Eso hace que las redes y canales se activen rápidamente y con eficiencia. Los círculos de familias y amigos suelen ser muy unidos, cada uno emparentado con otro y amigos con el siguiente. Todos quieren genuinamente que el otro esté bien y a salvo. En tiempos de emergencia hace que el trabajo del gobierno central sea más expedito. Hacer alianzas con los distintos sectores se hace más fácil. Desde hoteles convirtiéndose en hospitales, al transporte y la cadena de suministro, helicópteros, lo que sea. Muchos de estos recursos están a una llamada de distancia y todos están contribuyendo con gran generosidad. Cada noche, el Presidente habla en cadena nacional, con las últimas noticias y un mensaje de esperanza. Y luego está el equipo de los Ministerios de Salud y de Seguridad quienes con eficiencia muestran las estadísticas del día, las medidas a tomar y lo que se espera.
Todos los sectores de negocios están trabajando duro en las mesas de planeamiento para trazar los pasos a tomar cuando pase la tormenta. Se entiende de manera muy seria lo que bien pone el título del artículo «La Preparación es la Clave».
Qué nos traerá el futuro, aún es muy temprano y ciertamente hay un grado de incertidumbre importante. Nada será fácil. Pero hay otra broma panameña que me gusta recordar, porque habla de cómo aún siendo pequeños nos gusta pensar en grande. En Panamá (y esto es cierto) tenemos un lema para el país: somos Centro del Mundo y Corazón del Universo. O, como dijera simplemente el poeta Demetrio Korsi, cuando dijo que Panamá era «el ombligo del mundo». La broma es que aún cuando no nos notes, estamos en el mero centro.
