Back in the day, Hotel Central used to be one of the most elegant hotels in Casco Antiguo. This beautiful building dominates Plaza Catedral, occupying almost half of a block. As Casco Viejo had it´s ups and downs, the hotel slowly lost it´s chic clientele and was thrown into oblivion for the last 20 years (or more!). Back in 1995 you could get a room there for $8 a night.
I visited several times during 1995/96. At that time, it was barely operating, later on it was shut down and put on the market for sale. Although run down and forgotten, it never lost it´s charm. Stepping inside that old style lobby opening to a wide foyer (full 4 story ceiling height) was quite an experince. The wooden balconies overlooking the lobby, the wood furniture at the reception and the misterious map carved on the wall with fading blue and green colors all over it. You could almost see the ghosts of gentlemen walking around on white tuxedos and smoking cigars, taking their hats off to salute ladies with long skirts and umbrellas getting ready for a stroll.
On the ground level it had a couple of commercial spaces and an original iron door elevator (European style). Most rooms had to use the common bathroom facilites, but the suites were luxurious… they had their own bathroom inside the room! a brand new concept. Going up the stairs you reached the roof terrace. Beautiful views from the back, but unexpected treasures could be found: there where thousands of original roof tiles just dropped there to rot. Back then, each tile was different, each one had an embossed seal from the company that made it. Each one unique. Some where in the shape of bees, others with the names of the makers.
Finally, this year, a hotel brand got hold of it and has started to restore. The site looks like a war zone right now, but just like plastic surgery, it always looks bad before looking good again! Hotels are the key to Casco Antiguo. They create a center of gravity that the neighborhood needs in order to develop commercial life and create value.
Now, more good news: not only one but four sites are about to develop within the next 5 years. Can´t think of a better time and place to either live ore invest in Casco Viejo!
In the article below you´ll see some information on the project and some pictures taken today while I was walking around. This came out today on a local newspaper: La Estrella de Panama. Enjoy!
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hbernal@estrelladepanama.com
Fidel Castro en sus inumerables visitas a Panamá deambuló por sus pasillos y en sus habitaciones disfrutó del sueño y la tranquilidad. En su bar degustó de alguna bebida y del buen sabor de la comida panameña, admiró la esencia de la plaza que nació con la patria, en noviembre de 1903.
Y tal vez conociendo su trayectoria, se hospedó en éste para ser parte de la historia del Gran Hotel Central, que le dio la personalidad de un “Hotel 5 estrellas” en el corazón del Casco Antiguo.
Por 133 años este complejo se posicionó como el hito indiscutible de la historia hotelera panameña y latinoamericana.
Desde su construcción en 1874 fue considerado por diarios como Daily Star & Herald “la verdadera joya arquitectónica” del país, la que deslumbró a extranjeros y que logró seducirlos por su diseño y hospitalidad, convirtiéndolo en el preferido.
El Gran Hotel Central, invaluable joya de la historia panameña volverá a mostrar su mejor cara.
La estructura que preserva la originalidad de sus balcones coloniales y su desgastada elegancia francesa, que conjugan la belleza de una época antigua con el confort del modernismo, sufre en estos momentos una transformación para revivir su época de majestuosidad y brillo.
Volverlo a posicionar como el hotel cinco estrellas de la manzana del Casco Viejo, es el reto de Central Hotel Invesment, consorcio español que lleva a cabo la restauración del edificio que fue testigo de las reuniones de los próceres independentistas, quienes vieron nacer la patria.
Y preservando su autenticidad, el Gran Hotel Central apuesta por recuperar su espacio dentro de la industria hotelera y turística panameña, que le fue privada desde 1997 cuando fue cerrado como albergue de lujo, para entonces convertirse en un sitio de ocasión de bajo nivel.
No fue hasta diciembre del año pasado, que la infraestructura que alojó a prominentes personalidades diplomáticas del siglo XIX como Benjamín Bidlack, John Clayton y Henry Bulwer fue adquirida por inversionistas extranjeros, quienes tendrán la tarea de revivir con brillo la “Fiebre de Oro” de California de 1848, que lo convirtió en el paso obligado hacia Norteamérica.
En esa época estampó su abolengo y riqueza que deslumbró durante más de 100 años a una generación aristocrática.