Panamá, Casco Viejo, Casco Antiguo
El domingo pasado, la comunidad del Casco Viejo se unió para ayudar a un grupo numeroso de familias que fueron afectadas por un fuego accidental. En cuestión de horas, se organizaron listas, donaciones, centros de acopio y estrategia de comunicación para solicitar ayuda. Esta experiencia me hizo pensar muchísimo sobre el Casco Viejo y su verdadero valor. El valor de un sitio está en su gente, en su comunidad, en la habilidad que tienen de trabajar en equipo cuando las cosas se ponen difíciles. De alguna manera esto no entra en los análisis de inversión, pero pienso que debería. Porque más allá de los acabados de lujo, puertas doble vidrio y fachada bonita, lo que realmente importa es la fortaleza humana de esa red que está conectada por un espacio y tiempo físicos, pero que principalmente se siente conectada entre sí misma.
La fuerza del Casco está en sus Casqueños. Y por Casqueños no me refiero solamente a la gente que vive aquí sino a todos los enamorados del Casco independientemente a donde vivan. Esta semana fue una prueba real de que todos estamos conectados, gente de todas partes llegó para ayudar. A todos ellos muchísimas gracias. Y a las organizaciones que tomaron el liderazgo inmediatamente: Aprojusan, Fundación Calicanto, AVACA. A los negocios que ni siquiera parpadearon en ayudar y abrir todos sus contactos de quién conocía a quién que nos pudiera ayudar con lo que se necesitaba. Mil gracias! Y a todos los maravillosos voluntarios que salieron de todas las esquinas…. son lo máximo!!!!